Seis águilas imperiales han sido envenenadas en una finca de Ciudad Real al consumir cebos tratados con un veneno ilegal llamado Aldicarb. El empleo de esta técnica asesina es muy frecuente para controlar a las mal llamadas alimañas, carnívoros que se alimentan de la fauna cinegética, es decir, animales que a los cazadores les gusta disparar, por lo que no están dispuestos a que otros animalillos les agüen la fiesta.
