viernes, 23 de marzo de 2012

Sorpresas de un día de campo

El otro día me acerqué con la familia hasta el PN de Monfragüe en Cáceres para disfrutar de un día de campo viendo aves en este maravilloso trozo de bosque mediterráneo. La entrada al parque por la llamada Portilla del Tietar se realiza a través de una estrecha carretera que atraviesa fincas con dehesas de alcornoques, encínas y quejigos. Buscando un tronco de alcornoque para enseñárselo a mi hijo Mario pisamos y rompimos uno que nos dio la sorpresa del día. En su interior se encontraba hibernando una gran culebra bastarda que despertó de su sueño invernal para salir huyendo, pero allí estábamos unos locos de los bichos y nos faltó tempo para imitar a Frank de la jungla. La sensación de coger una culebra es ciertamente excitante, tiene algo salvaje que te hace subir las pulsaciones. Ojo! La cogimos porque se dejó, fue fácil al estar hibernando. Su actividad durante esta época es muy reducida ya que al ser animales poiquilotermos (ectotermos) no alcanzan la necesaria temperatura para estar lo suficientemente activos y salir pitando rápidamente.

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 Hacer esto en verano hubiera sido imposible además de imprudente porque el mordisco sería seguro y, esta especie tiene un veneno que inyecta con unos dientes traseros de su mandíbula. Se han dado casos de personas que han sido mordidas por esa culebra habiéndoles inyectado el veneno produciéndoles una gran hinchazón de la zona mordida, lo que requirió atención médica y tratamiento con cortcoides, antiinflamatorios y analgésicos.
Lo más impresionante es lo frío que estaba su cuerpo y el silbido intimidatorio que emitía al sentirse amenazada. El día se completó con la observación de las aves representativa de este ecosistema, águila imperial, buitre negro, cigüeña negra, alimoche y búho real. En fin un estupendo día de campo de los que hacen afición.






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